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Estudios sobre el Cigarrillo Electronico

Pros y Contras

 

 

               Argumentos en contra

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte a los consumidores que no considera que el cigarrillo electrónico sea un tratamiento legítimo para quienes estén tratando de dejar de fumar y que los distribuidores de cigarrillos electrónicos deben dejar de reivindicar efectos terapéuticos no demostrados o se digan reconocidas por este organismo, debido a la carencia de estudios rigurosos que demuestren la efectividad del cigarro electrónico como terapia de remplazo o sus niveles de toxicidad. Sin embargo, la OMS no descarta su utilidad si se realizan estudios clínicos y toxicológicos en el marco reglamentario adecuado.

 

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) afirma que pueden causar cambios en los pulmones a corto plazo muy parecidos a los que se producen al fumar los cigarros normales.

 

En marzo de 2014, el Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (CHUAC) diagnosticó el primer caso en

España de neumonía lipoidea que fue asociada al cigarrillo electrónico y relacionada a la presencia de glicerina vegetal entre los componentes de las cargas. El grupo Ecigarrete Research en su página web4 publica una carta del Dr. Farsalinos que rebate dicha información, afirmando que una sustancia soluble no lipídica como la glicerina no puede ser acumulada en un ambiente hidrófugo como el observado en las formaciones lipoideas características de esta patología.

 

La estadounidense Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 2009 alertó de la presencia de nitrosaminas (agentes cancerígenos) y otras sustancias tóxicas (como dietilenglicol) en un estudio preliminar de varias marcas analizadas.

 

La estadounidense Asociación Americana de Médicos de Salud Pública (AAPHP) ha recomendado, respecto de la revisión del Reglamento Estatal de Cigarrillos Electrónicos, añadir dos principios al mismo:

1) mantener y fortalecer la prohibición de vender productos derivados del tabaco y de la nicotina sin receta médica, 2) aconsejar las terapias de reemplazo de nicotina (que incluyen el uso de cigarrillos electrónicos, entre otros) para aquellos casos en que se ha fracasado en el intento de dejar de fumar o no se quiere dejar de fumar.

 

 

 

             Argumentos a favor

 

En agosto de 2013 fue publicado un estudio financiado por la asociación CASAA 11 (The Consumer Advocates for Smoke-free Alternatives Association, traducido: Asociación de defensa de los consumidores para alternativas a la prohibición de fumar) y realizado por el profesor Igor Burstyn, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Drexel en el cual se hicieron pruebas a los componentes químicos en el vapor de los cigarrillos electrónicos. Según el estudio los resultados prueban que los niveles de contaminantes son extremadamente bajos comparados con el cigarrillo tradicional de tabaco y completamente inofensivos para los llamados "vapeadores de segunda mano", refiriéndose a aquellos que sin ser necesariamente usuarios activos de los cigarrillos electrónicos, aspiran de manera indirecta el vapor producido por éstos.

 

En un estudio del Departamento de Sanidad neozelandés por parte del Dr. Murray Laugesen se examinaron los niveles de nitrosaminas del cigarro electrónico encontrando que estos niveles son muy bajos en comparación al cigarro normal. Este estudio reporta un máximo total de nitrosaminas de 8,16 nanogramos por cartucho mientras que en las principales marcas cigarrillos convencionales se reportan de 1300 a 6300 nanogramos por gramo (1,3 - 6,3 microgramos/gramo). También indicaron que el nivel de nicotina en los cartuchos del cigarrillo electrónico no es diferente de la concentración de nicotina en los parches de nicotina. Este estudio concluyó que en base a la información del fabricante, la composición del líquido del cartucho no es peligroso para la salud, si se usa debidamente. El departamento de sanidad neozelandés aprobó los cigarrillos electrónicos.

 

El 22 de abril de 2014, el grupo del Dr. Konstantinos Farsalinos, investigador jefe del Centro Onassis de Cirugía Cardíaca, publicó el estudio sobre el uso de estos dispositivos con mayor tamaño muestral hasta la fecha, más de 19 441 usuarios. En este trabajo se demostró que el 81% de los usuarios de estos dispositivos habían abandonado por completo el tabaco mientras que el resto redujo el consumo de tabaco de 20 a 4 cigarrillos por día. Por otro lado, sólo el 0,4 % declararon no ser fumadores en el momento de inicio del consumo, utilizando mayoritariamente los líquidos con baja o nula concentración de nicotina y ninguno de ellos pasó de consumir cigarrillos electrónicos a consumir tabaco.

 

Sus defensores lo presentan como una alternativa que permitiría sustituir el tabaco por un método de administración de nicotina, sin el resto de los componentes tóxicos, y ninguno de los cancerígenos presentes en la combustión del tabaco. El humo del tabaco porta más de 4000 sustancias químicas, muchas de ellas irritantes y más de 40 cancerígenas; además más de 60 sustancias son añadidas en el proceso de manufactura.

 

Los cigarrillos electrónicos además permiten simular el acto de fumar. En este sentido alegan que complementan la administración del componente químico más adictivo del tabaco, la nicotina, con la simulación del comportamiento del fumador, tanto en su manipulación como en el acto de emitir vapor a semejanza del humo del tabaco. En este sentido se propugna su uso como una terapia de reemplazo que, además, permite disminuir los niveles de nicotina contenidos en el líquido hasta hacerlos desaparecer.

También hay un estudio (realizado entre septiembre de 2011 y mayo de 2012) a favor de los cigarros electrónicos, publicado por PlosOne, pero que no se diseñó como prueba para dejar de fumar.

 

Legislación

  • Está prohibido: Argentina (prohibido desde el 9 de Mayo de 2011), Australia, Grecia, Brasil, Lituania, México, Panamá, Singapur, Uruguay y Venezuela

  • Similar al tabaco (se vende en los mismos establecimientos que el tabaco o su consumo tiene las mismas limitaciones): España, Francia, Malta, Estados Unidos (en julio de 2009 la Food and Drug Administration intentó prohibir su importación y regularlos como dispositivos farmacéuticos, pero en enero de 2010 el juez Richard León dictó sentencia a favor de los importadores por entender que la FDA no tiene competencia para dictar tal prohibición y que deben regularse como derivados del tabaco. Debido a la ausencia de regulación federal, muchos estados y ciudades han optado por sus propias regulaciones, asimilándolo al tabaco, limitando su uso en lugares públicos o prohibiendo su venta a los menores de edad)

  • Similar a un medicamento (regulación similar a los parches de nicotina):  Austria, Alemania, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Finlandia, Hungría, Países Bajos, Reino Unido, Rumanía y Suecia. 

  • Según su composición (si tiene extracto de tabaco como el tabaco, si tiene nicotina como medicamento): Canadá, Bélgica, Luxemburgo. 

  • Según su composición (si tiene nicotina como tabaco, si no la tiene sin restricciones): Costa Rica.

  • Prohibido a menores: Italia (menores de 16 años).

 

Referencias

 

  • Centro de prensa de la Organización Mundial de la Salud (19 de septiembre de 2008). «Los distribuidores de cigarrillos electrónicos deben dejar de reivindicar efectos terapéuticos no demostrados». Iniciativa liberarse del tabaco. Consultado el 1 de octubre de 2008.

  • EFE (30 de septiembre de 2013). «Los cigarros electrónicos llevan algunas sustancias iguales que los de tabaco». El País.

  • EFE (13 de marzo de 2014). «Diagnostican en Galicia la primera neumonía por cigarro electrónico en el País». ABC.

  • Dr. farsalinos (14 de marzo de 2014). «Doctors, open your textbooks: glycerol CANNOT cause lipoid pneumonia (but other things can)». Ecigarette Research Advocates Group.

  • AAPHP Statement re State Regulation of E-cigarettes Revisado el 5 de noviembre de 2011.

  • ElectronicoCigarrillo.com (30 de agosto de 2013). Traduccion al español del artículo Universidad de Drexel.

  • The Consumer Advocates for Smoke-free Alternatives Association (julio/agosto-2013). estudio científico sobre los cigarrillos electrónicos y sus riesgos para los consumidores.

  • Laugesen, M. (2008). «Safety Report on the Ruyan e-cigarette Cartridge and Inhaled Aerosol». Health New Zealand Ltd. Consultado el 30 de octubre de 2008.

  • Konstantinos E. Farsalinos (22 de abril de 2014). «Characteristics, Perceived Side Effects and Benefits of Electronic Cigarette Use: A Worldwide Survey of More than 19,000 Consumers». Electronic Cigarettes as a Tool in Tobacco Harm Reduction.

  • Estudio a favor de los cigarros electrónicos publicado por PlosOne.

 

 

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